MUSÉE À CROISSANCE ILLIMITÉE:
Mapa para un espacio descercado
La voluntad de crear por parte de Le Corbusier un museo de crecimiento ilimitado, resume la idea de una arquitectura aplazada, diferida, regularizada para el cambio y su ampliación. Fundamentada en un planeamiento desacotado. Esta realidad descercada se extiende como una continuación del paseo y recurre a la naturaleza en cuanto a su necesidad de expansión. Es decir, la aleja del centro y se ubica en la inconclusión del paisaje y la periferia. Necesita el espacio franco para lo que elige una estructura de recorrido unitario empleando la idea de la espiral y concretándola finalmente en los proyectos desde la planta cuadrada. Pero su trayectoria no queda únicamente circunscrita a un recorrido lineal, sino que a modo de laberinto permite la incorporación de intersecciones, que vinculan las galerías, lo que permite al visitante abandonar el orden de un guión subtenso y subrayado. Sin esa pauta trazada y con derecho al aplazamiento el museo se posiciona como un organismo vivo; una aumentación que se proyecta y se atraviesa por pasillos confluentes. Esta aspiración promueve la desregulación del objeto museal que se percibe como una continuación del desplazamiento como una ilimitación, un goce periférico que queda atrás en el impulso del caminar.